
No importa si es muy desobediente, hiperactivo, tímido o hasta perezoso.
El Taekwondo le brinda a cualquier chico la posibilidad de aprender muchas y muy importantes lecciones de vida.
Motivo #1: El niño estará más activo.
En la actualidad, esta es una de las más obvias razones por las que un niño debería practicar Taekwondo. Son muchas las distracciones y actividades vinculadas al sedentarismo que hoy atraen a los chicos desde temprana edad. El Taekwondo es sin dudas, una de las disciplinas más adecuadas para contrarrestar esta negativa influencia.
Motivo #2: Aprenden a enfocarse y estar calmados.
Uno de los principales desafíos que niños y padres enfrentan en la actualidad es la hiperconectividad con múltiples actividades y lugares al mismo tiempo. Si bien esto es un beneficio en algunos aspectos, como por ejemplo el laboral, debemos recordar que representa un beneficio aún mayor poder concentrase en uno mismo buscando quietud y silencio. Como estudiante de Taekwondo, el niño aprende a estar calmo, enfocado y preparado para cualquier desafío.
Motivo #3. El niño aprende a “recibir golpes”.
Practicando Taekwondo, el niño aprende recibir golpes, ya sea literalmente una patada en el cuerpo o bien, una desilusión como puede ser reprobar un examen. Parte del aprendizaje de la vida es aprender a recibir los golpes para rápidamente recuperarse y seguir adelante. En el Taekwondo un chico entiende que aprender a recibir golpes es la mejor forma de aprender a evitarlos.
Motivo #4. Adquieren confianza y respeto en ellos mismos.
El Taekwondo como disciplina integral, prepara al alumno para recorrer un camino de aprendizaje colmado de herramientas que toman como punto de partida, el conocimiento de uno mismo. Conocer y aceptar las propias limitaciones representa la base fundacional de la confianza y la autoestima.
Motivo #5. El niño se conecta con su cuerpo y con su mente.
Las artes marciales enseñan a prestar atención a lo que el cuerpo nos dice. Escuchar nuestro cuerpo implica entrar en contacto con nuestros pensamientos y la estructura emocional que los compone. En el Taekwondo el niño aprende a ver, sentir y escuchar lo que sucede fuera y dentro de él.
Motivo #6. Aprenden a resolver situaciones conflictivas.
Darle al niño herramientas emocionales de autocontrol, brindarle bases sólidas para construir confianza en sí mismo, le permitirán evitar reacciones desmedidas. El Taekwondo enseña al chico a responder sin reaccionar, sabiéndose en control de todas las situaciones.
Motivo #7. Aprenden a respirar.
Extrañamente, esta es una de las razones más subestimadas (e incluso olvidadas) de los beneficios del Taekwondo. Lo cierto es que una correcta respiración permitirá al niño un gran desempeño físico así como una óptima reacción ante una situación de estrés.
Fuente: Eric C. Stevens.